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Estado del arte P4

Encontramos rastros en el proyecto para las torres Sinosteel en Beijing del estudio chino MAD, donde las perforaciones de la fachada de la torre se han hecho siguiendo un patrón geométrico hexagonal cuya apertura está controlada por una red no lineal de nodos. De la misma manera para trazar la cubierta del proyecto para un auditorio en Saint Cyprien del estudio francés Serero, donde se ha recurrido a un patrón de crecimiento basado en un sencillo sistema repetido de manera fractal durante varias generaciones, y que les ha servido para trazar el negativo de la compleja malla que perfora la cubierta. Intentando ir más allá de la habitual aplicación en superficies de edificios el estudio IJP ultima la construcción de un puente en Singapur, basado en la variación y desarrollo de familias de curvas sinusoidales ue encuentran réplica en varias escalas a lo largo de toda la estructura, modificando su amplitud a lo largo del recorrido.

​ Más allá de meras fascinaciones formales, el uso de esta tecnología para la búsueda de la optimización lleva bastante tiempo extendida en la ingeniería de la edificación. Empresas como Gehry Technologies tienen experiencia en la utilización de manera específica de programas paramétricos como CATIA, en proyectos como el auditorio del Lincoln Center, de Diller y Scofidio, donde no solo se ha usado para optimizar los paneles interiores de acuerdo a las condiciones acústicas idóneas realizando evaluaciones instantaneas, sino que es capaz de procesar su envío directo a fábrica, con el consiguiente ahorro de tiempo. Firmas como Ove Arup son conocidas por la utilización de programas de optimización estructural que permiten simulaciones en tiempo real con múltiples variables, tecnología puesta al servicio de los recientes edificios de la olimpiada de Beijing. La asignatura pendiente de la arquitectura es la integración de estas capacidades para la optimización en las fases iniciales del diseño, conciliándolo con el potencial para la exploración de nuevas posibilidades espaciales de estos sistemas. Su capacidad para adaptarse a un entornoy producir mutaciones aun no se ha explorado en su totalidad ampliándose su aplicación a la escala urban. Por fin contamos con las herramientas para llevar a cabo la anhelada visión del arquitecto como un criador. La pregunta que surge es qué hacer con tanto poder, y si la utilización de cadenas de procesos que escapan a nuestro control está reñida con nuestros actuales protocolos de industrialización. Los límites de estas exploraciones no existen en la pantalla del ordenador, pero encuentran serias resistencias en la realidad construida. Los signos nos indican que nos encontramos en las fases primitivas de lo ue podría ser una aruitectura completamente desvinculada de la tradición y más vinculada a nuestras necesidades reales de gestión de los recursos y relación con el medio.