En la formalización de los proyectos de la oficina californiana Patterns o en el estudio emergente fundado por Tom Wiscombe el resultado de sus proyectos guarda estrecha relación con el software usado, basado en la utilización de geometrías no stándar que surgen del aprovechamiento para una disciplina estática, como la arquitectura, de porocesos no lineales caracterizados por el movimiento. No se trata de proyectos creados con herramientas diseñadas para el diseño sino que son en muchos casos lenguajes heredados del mundo de la animación.
Frente a la manera tradicional de utilizar los programas informáticos, orientada a la estricta definición de los proyectos con las herramientas visibles, este uso generalizado de SRIPT, manipula los códigos que generan los comandos al uso del programa, permitiendo con esta reporogramación la introducción de variables, multiplicando así nuestro potencial para contruir complejidad, diferenciación e interacción. Además de la posibilidad de personalizar estos códigos a nuestra medida, este nuevo acercamiento anticipa un uso más manierista de la tecnología, donde las rutinas de diseño se han llevado a una nueva fase desproveyéndolas de su utilidad anterior.
El hecho es que hoy en día cualquier estudio puntero que se precie no puede quedarse atrás en esta carrera tecnológica. Grandes oficinas como Zaha Hadid o Norman Foster llevan incorporando desde hace años estas metodologías a sus proyectos. La empresa americana SOM utiliza SCRIPT de manera activa en varios proyectos en marcha, abarcando desde métodos de despiece de fachada hasta patrones para la generación de paramentos interiores y pavimentos. No es ninguna casualidad que los principales focos de actividad sean precisamente los dos grandes nodos, Nueva York y Londres, retroalimentándose en gran medida a través de sus avanzadas instituciones académicas.
Actualmente nuevas y potentes formas son generadas basándose en algoritmos y sus traducciones geométricas. Las fórmulas matematicas detrás de varias distribuciones espaciales, como la tesesación voronoi, o diferentes formas de subdivisión de superficies y reconstrucción de puntos, son desarrolladas por Neri Oxman de Material Ecology o paralelamente por la oficina Material Sistems a través de rigurosos estudios formales que reproducen sistemas orgánicos de manera artificial. Esta coherencia matemática y geométrica desde el comienzo del proyecto la utilizan el estudio de Aranda&Lasch como base para el crecimiento para nuevas estructuras que pretenden ir más allá de la estética y conquistar nuevas soluciones espaciales.
Uno de los factores que otorga a este modo operativo su carácter experimental se encuentra en la alta diferenciación de sus componentes. Esto hace que en general las realizaciones sean unicamente de pequeña escala, dependiendo en exceso de sistemas automatizados. Pese a ello nos encontramos con obras recientes como el pabellón AADRL de Londres de Alan Dempsey y Alvin Huang, una innovadora estructura formada por cientos de piezas diferenciadas diteñadas automáticamente para encajar entre ellas formando un conjunto fluido. La complejidad de las dimensiones y los múltiples puntos de intersección de las piezas tuvo que ser codificado e integrado en el desarrollo del proyecto, y la fabricación de las piezas hecha a medida, intentando aunar los procesos constructivo y proyectual en uno solo. Pero si existe otra cualidad ue caracterice esta corriente es su rápida extensión. Entendiendo esta tecnología y sus códigos como "open source", es decir, un modelo de desarrollo caracterizado por la apertura y la participación, es fácilmente comprensible el alcance que ha experimentado a escala mundial.