Cuando hablamos de violencia Sexual es fundamental hablar sobre: El consentimiento sexual el cual es un acuerdo que se basa en un ‘sí’ claro, libre y entusiasta, es una comunicación activa y respetuosa donde las personas involucradas están de acuerdo con lo que sucede, en cada momento y en cada ocasión.
Debemos entender que el consentimiento sexual debe ser:
Libre y Voluntario: Un acuerdo que se da sin ninguna clase de presión, manipulación o coacción. No se puede obtener consentimiento aprovechándose de una posición de poder o de confianza.
Entusiasta y claro: Debe ser un ‘sí’ motivado y deseado, expresado con una comunicación abierta. El silencio, la duda o la pasividad nunca son consentimiento.
Informado: Las personas deben saber qué va a pasar para poder tomar una decisión consciente y genuina. No hay consentimiento si hay engaño o si una persona está bajo los efectos del alcohol o drogas y no puede tomar decisiones.
Continuo y específico: El consentimiento se da para cada acto sexual y para cada ocasión. Tener una relación, besarse o haber dicho ‘sí’ antes no significa que se asuma el consentimiento para el futuro.
Reversible: Cualquier persona puede cambiar de opinión y retirar su consentimiento en cualquier momento. Un ‘sí’ puede convertirse en un ‘no’ a la mitad de una actividad, y esto siempre debe ser respetado.